Te Cuento Nuestra Historia

Andaba por la calle haciendo diligencias, había sido una mañana super cargada y la tarde que me esperaba era igual o peor. Quise darme un hit para bajar revoluciones y tuve que caminar hasta el carro para poder prender discretamente.

Cuando abro mi bulto, la pipa se había roto y hace tiempo que no compraba papeles para ahorrarme ese dinero. Por suerte, encontré unos pocos que me quedaban. Enrolando gasté mucho más tiempo del que tenía disponible y mucha más flor de la que esperaba.

Me di lo dos hits que me hacían falta y no sabía qué hacer con el resto que me quedaba. Tenía que guardarlo porque no podía consumirlo todo al momento, pero sentía frustración de solo pensar en toda la flor que gasté y en que después no iba a saber igual.

Es así como nacen las ganas de resolver estos problemas porque pensé “no puedo ser la única persona pasando por esto”. Efectivamente, no lo era. Nació el equipo de HITTEA y nacieron todas las ideas que ves hoy aquí.